SEGUNDA LEY DE HAMER
2. Ley de la Simpacotonía y Vagotonía
Toda aparición de un DHS es seguido por una etapa de Simpacotonía (fase activa del conflicto), y otra de Vagotonía (fase resolutiva o curativa del conflicto). Esto significa que tras la vivencia de un suceso que nos ocasiona un conflicto psíquico, el organismo pone en marcha un sistema para procesar y resolver las implicaciones de dicho conflicto a nivel biológico. En la primera etapa, también llamada fase fría, el organismo se prepara para enfrentar el conflicto. Este periodo de simpacotonía es muy importante, pues permite a la persona sobrevivir a pesar del gran impacto que acaba de sufrir. Normalmente cambia el carácter de la persona, puede estar irritable, nerviosa, malhumorada; los familiares suelen notarla rara, dicen que le ha cambiado el carácter. Come menos, duerme poco o no duerme, adelgaza, y las palmas de las manos están muy frías. Por el contrario, durante la siguiente etapa que es la fase de vagotonía o fase caliente, el organismo va a llegar a la resolución del conflicto. Aquí es donde empieza en realidad la curación, sin embargo hasta ahora se había estado pensando que esto era la enfermedad, puesto que es aquí cuando aparecen los primeros síntomas físicos evidentes que pueden ser desde ulceraciones hasta tumoraciones cancerígenas, en función de la zona cerebral que haya sido afectada durante el DHS.
Madam Sixt: "Es muy importante comprender esta ley porque si se entiende bien, se entiende el fundamento de esta nueva perspectiva. Tenemos un sistema biológico extraordinariamente bien concebido para proteger la vida. El DHS, es más que un simple estrés, se trata de una grave preocupación y este profundo impacto cerebral, va a desencadenar en el organismo una reacción, una respuesta que se llama de simpacotonía. A partir de la aparición del DHS todo nuestro organismo entra en estado de emergencia para intentar buscar una salida a esta situación tan dramática que nos agobia. En este combate que se inicia, toda nuestra energía se va a centrar en un punto para encontrar una salida y eso va a hacer que nuestro cuerpo se enfríe en esos momentos. La segunda fase, la de vagotonía, va a llevar a la resolución del conflicto. Esta es la terapia natural que ofrece la naturaleza. Esta es la fase de reparación. En la primera es donde se combate. Ahora descansamos y nos recuperamos. Aquí es donde empieza la curación y aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, de lo que llamamos e interpretamos como enfermedad. Aparece edematización en el foco de Hamer y en el órgano afectado. Edematizar significa que el órgano se hincha de líquido, está inflamado. El cerebro es como una esponja, cuando hay edematización, se hincha de líquido y eso puede provocar dolor cerebral y a nivel del órgano también. Los tres niveles, psíquico (emocional), cerebral (mental) y orgánico (corporal), se reparan simultáneamente. Los dos niveles que podemos ver, el del cerebro y el del órgano, aparecen hinchados y esto resulta muy evidente en un tac (Tomógrafo Axial Computarizado). En esta fase va a haber fatiga, pueden haber pérdidas de sangre, puede haber fiebre, pueden haber dolores, sudoración... hasta el día en que aparece la crisis epileptoide o crisis de curación que, dependiendo de la enfermedad, puede presentarse como un punto de máximo agotamiento o de fiebre intensa en el que sube la temperatura hasta 40 grados, por ejemplo. Cada tipo de conflicto va a desencadenar una manifestación diferente. Cuando hay conflictos que afectan la motricidad, la crisis no es epileptoide sino epiléptica, con los espasmos conocidos. En la primera parte de la vagotonía los síntomas son tolerables, en la segunda se incrementan y en la tercera, parecen alarmantes. Es cuando se suele recurrir al médico. Cuando se hacen análisis puede que los valores sanguíneos aparezcan alterados. Los marcadores tumorales (las pruebas que se hacen ahora para el cáncer), pueden estar disparados. Los médicos se alarman, pero no se asustarían tanto si entendieran que es el principio de un proceso de curación. El mensaje de este proceso biológico es "descansa, reposa, permanece en quietud". Desgraciadamente en esta fase reparadora, que es donde hay más síntomas, es cuando más nos alarmamos, y a veces lo que ocurre es que terminamos muriéndonos de miedo. Cuando uno va al médico llega con un conflicto, pero sale con dos, el segundo es que uno sale muerto de miedo. El médico trabaja con toda su buena voluntad, pero no conoce esta perspectiva. Ahora vosotros la conocéis. Esta etapa de crisis epiléptica o epileptoide es el estupendo sistema que ha encontrado la Madre Naturaleza para poder evacuar los edemas a nivel cerebral, que es el nivel más peligroso. En esta etapa de vagotonía, hay una breve parte en la que por algunos momentos vuelves al estado de simpacotonía y ocurre una vasocostricción que aprieta y ayuda a evacuar el edema, especialmente a nivel cerebral. En el momento de estas crisis epileptoides, dependiendo de la magnitud, es posible que la persona se orine encima. Va a haber un pico de fiebre alta y sudoración, que son los medios naturales que el cuerpo tiene para refrescarse, para enfriarse cuando ha habido esta situación. Para ayudar a pasar este momento a la persona, las cosas pueden variar dependiendo del daño que hay y de los síntomas, pero por ejemplo se puede ayudar aplicando compresas frías a nivel local y a nivel cerebral. Podéis ver que en general no hacen falta medicamentos muy caros ni procesos muy sofisticados."
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