La vida, en todas sus actividades, dondequiera que ella se manifieste, es DIOS EN ACCIÓN. Es por la
falta de conocimientos en la forma de aplicar el pensamiento-sentimiento, que los humanos están
siempre interrumpiéndole el paso a la Esencia de Vida. De no ser por esa razón, la Vida expresaría su
perfección con toda naturalidad y en todas partes.
La tendencia natural de la Vida es Amor, Paz, Belleza, Armonía y Opulencia. A ella le es
indiferente quien la use y continuamente está surgiendo para manifestar de más en más su perfección,
y siempre con ese impulso vivificador que le es inherente.
«YO SOY»
«YO SOY» es la actividad de la Vida. ¡Qué extraño es que los estudiantes más sinceros no siempre
lleguen a captar el significado verdadero de esas dos palabras!
Cuando tú dices «YO SOY», sintiéndolo, abres la fuente de la Vida Eterna para que corra sin
obstáculos a lo largo de su curso; en otras palabras, le abres la puerta ancha a su flujo natural. Cuando
dices «Yo no Soy», tiras la puerta en plena cara de esta Magna Energía.
«YO SOY» es la plena actividad de Dios. Te he colocado frente a frente infinidad de veces la
Verdad de «DIOS EN ACCIÓN». Quiero que comprendas que la primera expresión de todo ser
individualizado en cualquier parte del Universo, bien sea en pensamiento, sentimiento o palabra, es
«YO SOY», reconociendo así su Propia Victoriosa Divinidad.
El estudiante, al tratar de comprender y aplicar estas potentes, aunque sencillas leyes, tiene que
mantener una guardia estricta sobre su pensamiento y expresión, ya que cada vez que uno piensa o
dice «no Soy», «no puedo» o «no tengo» está ahorcando la Magna Presencia Interior, consciente o
inconscientemente y en forma tan tangible como si se colocaran las manos alrededor del cuello de
alguien; sólo que con respecto a una forma exterior el pensamiento puede hacer que la mano lo suelte
en cualquier momento, mientras que cuando uno hace una declaración de no ser, no poder o no tener
se pone en movimiento la energía ilimitada que continúa actuando hasta que uno mismo la ataja y
transmuta la acción.
Esto te mostrará el enorme poder que tú tienes para calificar, determinar u ordenar la forma en que
quieres que actúe la gran energía de Dios. Y te digo, amado estudiante, que la dinamita es menos
peligrosa. Una carga de dinamita sólo desintegrará tu cuerpo, mientras que LOS PENSAMIENTOS
IGNORANTES LANZADOS SIN CONTROL NI GOBIERNO ATAN A LA RUEDA DE LA
REENCARNACIÓN INDEFINIDAMENTE1
, o sea que, mientras dure un decreto sin atajar, sin
transmutar o disolver, continúa imperando per sécula seculorum, ¡y por disposición del propio
individuo!
Por esto verás cuan importante es que tú sepas lo que estás haciendo cuando usas expresiones
incorrectas impensadamente, ya que estarás empleando el más potente y Divino Principio de Actividad
en el Universo, o sea, el «YO SOY».
No comprendas mal. No se trata de una expresión o idea oriental, extranjera, vana, liviana, ni de
ninguna exageración. Se trata ni más ni menos que del más alto Principio de Vida usado y expresado a
través de todas las civilizaciones que hayan existido. Recuerda que lo primero que toda forma de vida
consciente de sí misma expresa, es «YO SOY». Es mucho más que «yo existo». Es después, en su
contacto con lo exterior, con actividades incorrectamente calificadas, que él comienza a aceptar cosas
menores que «YO SOY»
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